Reformar una vivienda puede parecer un proceso sencillo, pero conlleva riesgos importantes tanto para los trabajadores como para los propios residentes. Cumplir con la normativa de prevención de riesgos laborales (PRL) no solo es obligatorio, sino que también garantiza un entorno seguro y evita problemas legales. ¿Qué deben hacer las empresas de reformas en materia preventiva? Te lo contamos a continuación.

Principales riesgos en la reforma de una vivienda

Durante una obra de reforma, pueden darse múltiples riesgos laborales. Algunos de los más comunes son:

  • Caídas desde altura: Uso de escaleras, andamios o trabajos en balcones y cubiertas.
  • Golpes y atrapamientos: Manejo de herramientas eléctricas, caída de materiales o atrapamientos en maquinaria.
  • Exposición a sustancias peligrosas: Polvo de sílice, disolventes, pinturas o amianto en edificios antiguos.
  • Sobreesfuerzos y posturas forzadas: Transporte manual de materiales pesados o trabajos prolongados en posiciones incómodas.
  • Riesgo eléctrico: Manipulación de cables, instalaciones obsoletas o sobrecarga de la red.

Medidas preventivas obligatorias para las empresas de reformas

Las empresas que realizan reformas están obligadas a cumplir con la normativa de prevención de riesgos laborales. Para ello, deben aplicar las siguientes medidas:

1. Evaluación de riesgos y planificación preventiva

  • Antes de comenzar la reforma, la empresa debe realizar una evaluación de riesgos específica para la obra.
  • Identificar los peligros y establecer las medidas correctoras necesarias.
  • Elaborar un Plan de Seguridad y Salud si la obra lo requiere.

2. Formación e información a los trabajadores

  • Todos los operarios deben contar con formación en prevención de riesgos laborales específica del sector de la construcción.
  • La empresa debe informarles sobre los riesgos concretos de la reforma y las medidas de seguridad a aplicar.

3. Uso obligatorio de Equipos de Protección Individual (EPI)

  • Casco, guantes, gafas de protección, calzado de seguridad y mascarillas en función del trabajo a realizar.
  • Arneses de seguridad para trabajos en altura.

4. Señalización y delimitación de zonas de trabajo

  • Indicar claramente las áreas de acceso restringido para evitar accidentes.
  • Proteger las zonas de paso de personas ajenas a la obra.

5. Protección contra riesgos eléctricos

  • Cortar el suministro eléctrico antes de manipular instalaciones.
  • Utilizar herramientas eléctricas homologadas y con protección contra descargas.
  • Evitar cables sueltos o sobrecargas en la red.

6. Gestión de residuos y limpieza

  • Retirar escombros y materiales peligrosos de forma segura.
  • Usar contenedores homologados para residuos peligrosos como disolventes o pinturas.

7. Coordinación entre empresas y autónomos

  • Si hay varias empresas trabajando en la reforma, es obligatorio coordinar la prevención de riesgos.
  • Nombrar un coordinador de seguridad y salud si la obra lo requiere.

¿Qué pasa si no se cumplen estas medidas?

No aplicar correctamente la prevención de riesgos en una reforma puede tener consecuencias graves:

  • Sanciones económicas: Las multas por incumplimiento de la PRL pueden superar los 40.000 euros en casos graves.
  • Accidentes laborales: Caídas, cortes o intoxicaciones pueden generar incapacidades o incluso consecuencias mortales.
  • Responsabilidad legal: La empresa de reformas podría enfrentarse a denuncias y sanciones si ocurre un accidente y no se han aplicado las medidas adecuadas.

Conclusión: La seguridad no es opcional

Tanto empresas como particulares deben asegurarse de que la reforma de un piso se realice con todas las garantías de seguridad. Cumplir con la normativa de PRL no solo evita multas, sino que protege la vida de los trabajadores y mejora la calidad del trabajo realizado.

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