El cuidado de personas mayores es una actividad esencial en nuestra sociedad, especialmente con el progresivo envejecimiento de la población. Sin embargo, quienes se dedican a esta labor, tanto en residencias como en el Servicio de Ayuda a Domicilio (SAD), se enfrentan a un alto nivel de exigencia que puede comprometer su bienestar. Estrés, carga emocional, turnos nocturnos y falta de apoyo organizativo son solo algunos de los factores de riesgo psicosocial que afectan a estas trabajadoras, en su mayoría mujeres.

El Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (INSST) ha publicado recientemente una guía destinada a pequeñas empresas para evaluar y gestionar estos riesgos psicosociales en el sector del cuidado de mayores (https://www.insst.es/documentacion/material-tecnico/documentos-tecnicos/evaluacion-y-gestion-de-riesgos-psicosociales-en-la-actividad-de-cuidado-de-personas-mayores-metodo-pequenas-empresas-2024). En este artículo, exploramos sus claves y las medidas recomendadas para garantizar un entorno laboral saludable.


Un sector vulnerable: la realidad de las cuidadoras

El sector del cuidado de personas mayores es uno de los más exigentes a nivel psicosocial, debido a factores como:

  • Atención constante a personas dependientes, muchas de ellas con enfermedades neurodegenerativas.
  • Falta de claridad en las funciones del puesto, con tareas que van más allá del cuidado (limpieza, cocina, apoyo emocional, gestiones administrativas).
  • Carga de trabajo elevada y ritmo exigente, con escasos descansos y turnos nocturnos.
  • Exposición frecuente a situaciones emocionalmente intensas, como la enfermedad y la muerte de los residentes.
  • Trabajo en solitario en el SAD, que aumenta la sensación de aislamiento y falta de apoyo.
  • Conflictos con familiares de los usuarios, generados por expectativas no cubiertas o malentendidos.

Estos factores, cuando no se gestionan adecuadamente, pueden derivar en problemas graves como síndrome de burnout, ansiedad, estrés crónico y trastornos musculoesqueléticos.


Cómo gestionar los riesgos psicosociales en el cuidado de mayores

El INSST propone un método específico para la evaluación y gestión de estos riesgos, adaptado a pequeñas empresas del sector. Entre las principales estrategias destacan:

1. Evaluación de los factores de riesgo

Antes de implementar soluciones, es fundamental identificar las principales amenazas para la salud de las cuidadoras. La evaluación debe incluir:
✅ Carga de trabajo y tiempo disponible para cada tarea.
✅ Nivel de autonomía en la toma de decisiones.
✅ Ritmo y organización de los turnos.
✅ Relaciones interpersonales con compañeros, usuarios y familiares.

2. Formación específica para cuidadoras

La formación no solo debe centrarse en técnicas asistenciales, sino también en herramientas para gestionar la carga emocional y prevenir el estrés. Algunos enfoques recomendados incluyen:
🔹 Habilidades de comunicación para mejorar la relación con usuarios y familiares.
🔹 Gestión del estrés y la fatiga para reducir el impacto emocional del trabajo.
🔹 Ergonomía y manipulación de cargas para prevenir trastornos musculoesqueléticos.

3. Organización y apoyo institucional

Las empresas deben adoptar medidas estructurales para mejorar el bienestar de las trabajadoras, tales como:
🔸 Reducción de la carga de trabajo mediante una mejor planificación y refuerzo de personal.
🔸 Creación de espacios de descanso adecuados y tiempo suficiente para pausas.
🔸 Establecimiento de canales de comunicación interna que permitan expresar preocupaciones y necesidades.

4. Implementación de medidas preventivas específicas

El documento del INSST detalla medidas concretas para reducir el impacto de los factores psicosociales, como:
🔹 Sistemas de rotación de tareas para evitar la monotonía y la sobrecarga.
🔹 Incorporación de grúas y ayudas técnicas para reducir el esfuerzo físico.
🔹 Supervisión y seguimiento del estado emocional de las trabajadoras.


Conclusión: La prevención como pilar en el cuidado de mayores

El trabajo en el sector del cuidado de personas mayores no debe ser sinónimo de desgaste físico y emocional. Implementar estrategias adecuadas para la gestión de los riesgos psicosociales no solo mejora la calidad de vida de las trabajadoras, sino que también repercute positivamente en la atención a los mayores, reduciendo errores y mejorando el clima laboral.

En SPM Prevención, ayudamos a empresas y trabajadoras del sector a implementar medidas eficaces para garantizar un entorno laboral seguro y saludable. Si necesitas asesoramiento en la evaluación de riesgos psicosociales, no dudes en contactarnos.

Cuidar de quienes cuidan es una prioridad. Hagámoslo juntos.