El sector del metal es uno de los más exigentes en términos de prevención de riesgos laborales. La naturaleza de sus actividades, que incluyen soldadura, manipulación de maquinaria pesada, trabajos en altura y exposiciones a sustancias peligrosas, hacen que la seguridad en el trabajo sea una prioridad absoluta. Por ello, el IV Convenio Estatal de la Industria, la Tecnología y los Servicios del Sector del Metal establece unos requisitos específicos en materia de formación en prevención de riesgos laborales (PRL), dirigidos a garantizar que todos los trabajadores dispongan de los conocimientos necesarios para desempeñar su labor con la máxima seguridad.
Más allá del cumplimiento normativo, esta formación se ha convertido en una herramienta clave para reducir la siniestralidad en el sector. En este artículo te explicamos qué formación es obligatoria según el convenio, su duración, cada cuánto tiempo debe renovarse y cómo influye en la Tarjeta Profesional del Metal (TPM).
La formación obligatoria en PRL en el sector del metal
La normativa establece que todos los trabajadores del sector deben recibir formación en prevención de riesgos laborales adaptada a su puesto de trabajo y responsabilidad dentro de la empresa. Esta formación no es genérica, sino que se divide en distintas categorías dependiendo de la actividad desempeñada.
En el caso de los directivos, la formación tiene una duración de 6 horas y puede realizarse tanto de forma presencial como a través de teleformación. Su contenido se centra en la integración de la prevención dentro de la estrategia de la empresa y la gestión de los riesgos laborales desde un enfoque organizativo.
Por otro lado, el personal de oficina también debe completar 6 horas de formación, con una estructura similar a la de los directivos, pero enfocada en los riesgos específicos de los entornos administrativos, como la ergonomía y la seguridad en el uso de equipos informáticos.
Para los trabajadores de producción y mantenimiento, que están expuestos a mayores riesgos, la formación obligatoria se amplía a 20 horas presenciales. Esta formación se divide en dos bloques: uno troncal, con conceptos generales de PRL, y otro específico, con los riesgos y medidas preventivas asociadas a cada oficio dentro del sector. La combinación de estos módulos permite que el trabajador no solo tenga un conocimiento teórico de la prevención, sino que también reciba una formación adaptada a su labor diaria.
Además, aquellos trabajadores que vayan a desempeñar funciones preventivas de nivel básico dentro de la empresa deberán completar un curso más extenso, de 50 horas, que les capacita para desarrollar ciertas funciones en materia de seguridad y salud en el trabajo. En este caso, la formación combina 20 horas presenciales con 30 horas en teleformación, ofreciendo una mayor flexibilidad para su realización.
Renovación y actualización de la formación
La formación en prevención de riesgos laborales no es un conocimiento que se adquiera una vez y dure para siempre. Los riesgos cambian, la normativa se actualiza y las técnicas de trabajo evolucionan. Por este motivo, el convenio del metal establece la obligatoriedad de renovar esta formación cada 4 años, a través de un curso de reciclaje de 4 horas.
Esta actualización es especialmente relevante para aquellos que trabajan en la producción y el mantenimiento, ya que la evolución de los procesos industriales y la incorporación de nuevas tecnologías pueden suponer cambios en los riesgos asociados a su actividad.
Cabe destacar que si un trabajador ha estado más de un año fuera del sector, deberá realizar esta formación de actualización antes de reincorporarse a su puesto de trabajo. De esta manera, se garantiza que todos los empleados tengan conocimientos actualizados en materia de seguridad, independientemente del tiempo que hayan estado alejados del sector.
La Tarjeta Profesional del Metal (TPM) y su relación con la formación en PRL
Uno de los aspectos clave que regula el convenio del metal es la Tarjeta Profesional del Metal (TPM), un documento que acredita que el trabajador ha recibido la formación necesaria en prevención de riesgos laborales y que ha desarrollado su actividad dentro del sector.
Para mantener la vigencia de la TPM, el trabajador debe acreditar que ha estado dado de alta al menos 30 días en empresas del sector durante los últimos 36 meses. Si no cumple este requisito, deberá realizar la formación de reciclaje correspondiente antes de poder renovar su tarjeta.
Además de ser una acreditación oficial, la TPM facilita el acceso a nuevas oportunidades laborales dentro del sector, ya que muchas empresas exigen su posesión como requisito previo a la contratación.
Conclusión: Una inversión en seguridad y futuro
La formación en prevención de riesgos laborales en el sector del metal no es solo un trámite obligatorio, sino una inversión en la seguridad de los trabajadores y en la eficiencia de las empresas. A través de programas de formación bien estructurados y actualizados, se consigue reducir la siniestralidad laboral, mejorar las condiciones de trabajo y garantizar que todos los empleados cuenten con los conocimientos necesarios para desempeñar su labor sin comprometer su bienestar.
Desde SPM Prevención, ayudamos a empresas y trabajadores del sector del metal a cumplir con los requisitos de formación establecidos en el convenio, garantizando que la seguridad en el trabajo sea siempre una prioridad. Si necesitas más información sobre cursos de PRL, reciclaje o acreditación de la TPM, no dudes en contactarnos.
Porque en la industria del metal, la prevención es el mejor escudo contra los riesgos. 🔧⚙️🦺